Los Maestros de Self Realization Fellowship

Los Maestros de Self Realization Fellowship
Jai Gurù Jai

viernes, 5 de junio de 2015

Paramahansa Yogananda – Padre del Yoga en Occidente


Presentación del Día Internacional del Yoga
para el oficio del domingo 21 de junio de 2015


Nos sentimos muy felices de conmemorar hoy con ustedes el primer Día Internacional del Yoga establecido por las Naciones Unidas y propuesto inicialmente por el Primer Ministro de la India, Narendra Modi. No tenemos ninguna duda de que Paramahansa Yogananda estaría muy complacido al saber que el mundo rendirá homenaje todos los años, a partir de ahora, a la antigua ciencia de la unión con Dios originaria de la India, puesto que nuestro gurú dedicó su vida a dar a conocer las técnicas de meditación del yoga, consagradas por la tradición, a todos los verdaderos buscadores de la verdad.


Un artículo reciente de un diario digital de la India señalaba: «Si la idea promovida por la India de crear un Día Internacional del Yoga ha encontrado tan fácil aceptación en la ONU, gran parte del mérito se debe a Paramahansa Yogananda, el primer gurú del yoga nacido en la India y establecido en EEUU. […] Él desempeñó un papel fundamental al sentar las bases del yoga en EEUU hace un siglo».


Registrada por primera vez en el Bhagavad Guita, mucho tiempo antes de la era cristiana, la ciencia del yoga estuvo perdida durante las eras oscuras y fue luego resucitada, como Kriya Yoga, por Mahavatar Babaji, cuyo discípulo Lahiri Mahasaya fue el primero en enseñarla abiertamente en nuestra era. Posteriormente, Babaji pidió a Swami Sri Yukteswar, discípulo de Lahiri Mahasaya, que entrenara a su discípulo, Paramahansa Yogananda, y lo enviase a Occidente para entregar al mundo esta técnica reveladora del alma. En cumplimiento de esa misión y a petición de su gurú y de Babaji, Paramahansaji fundó su sociedad, Self-Realization Fellowship, a la cual se refería como «el panal organizativo donde guardar la miel divina para todos los hambrientos buscadores de la Verdad».


Como señala nuestro gurú en su comentario del Bhagavad Guita, Dios habla con Arjuna:


«La palabra yoga significa el perfecto equilibrio o serenidad mental que resulta de la comunión de la mente con el Espíritu. Yoga es también la técnica espiritual de meditación mediante la cual se alcanza la unión con el Espíritu. Yoga significa, además, cualquier acción que conduzca a esta unión divina.


»La serenidad mental es el estado innato del alma. Al identificarse con el mundo, el hombre común disocia su conciencia de la unión con el Espíritu. El remedio para esta separación —que en muchas ocasiones resulta desastrosa— consiste en llevar a cabo las acciones permaneciendo interiormente unido al gozo del Espíritu. La conciencia de Dios se encuentra en todo momento en estado de yoga o eterna serenidad y permanece imperturbable ante los incesantes cambios de la creación. También el hombre, hecho a imagen de Dios, debería aprender a manifestar ese divino equilibrio que le permite vivir y actuar en este mundo sin ser víctima de las dualidades de la existencia».


El Primer Ministro de la India, Narendra Modi, presentó en las Naciones Unidas en septiembre de 2014 la idea de establecer un Día Internacional del Yoga, diciendo: «El yoga es un regalo inestimable de la antigua tradición de la India. Encarna la unidad de la mente y el cuerpo, el pensamiento y la acción, la moderación y el cumplimiento, la armonía entre el hombre y la naturaleza, un enfoque holístico de la salud y el bienestar». Dando curso a esta propuesta, la ONU adoptó la resolución con un record de 175 países que co-patrocinaron la iniciativa: el mayor número de adherentes en la historia de la organización.
Desde la llegada de Guruji a los EEUU hace casi un siglo, cientos de miles de personas han recibido instrucción en sus enseñanzas de Kriya Yoga y, en la actualidad, él es ampliamente reverenciado como el Padre del Yoga en Occidente. Así pues, comencemos nuestro oficio de hoy aceptando este inestimable regalo de la tierra natal de nuestro gurú mediante la práctica de un período de meditación yóguica, enfocando nuestra atención en Dios y el Gurú, y sintiendo la presencia de su paz.